Después de años de abandono en la lucha contra los grupos criminales, finalmente una nueva fuerza especial de tareas construida en Zacatecas ha dado un golpe contra una de esas organizaciones en el estado. Pero incluso ello demuestra el grado de empoderamiento y de sojuzgamiento de la población que ejercen los grupos criminales.
Esta semana se descubrió un campamento en el que se rescató a 15 personas, hombres, mujeres, niños, que estaban secuestradas desde hace semanas. Había atletas, ex funcionarios, dirigentes sindicales. Todos, además de estar secuestrados y de pedir rescate a sus familias, estaban obligados a hacer trabajos forzados, esclavizados: tenían que construir infraestructura para sus captores, desde cabañas hasta bases de cemento, desde zanjas para retenes, hasta cocinarles.
Según la propia fiscalía de Zacatecas hay más campamentos con personas secuestradas y esclavizadas que están siendo tratando de ser localizados por las autoridades. Es probable, el porcentaje de gente secuestrada y desaparecida en esa zona alrededor de Fresnillo, en realidad en todo el estado, es enorme y son muchos quienes simplemente nunca vuelven a aparecer, incluyendo mandos de fuerzas de seguridad y militares. Fresnillo es por cierto la ciudad más insegura del país: el 97 por ciento de la población no se siente segura ni siquiera en su propia casa.
Estos mecanismos de trabajo esclavo no son algo excepcional. Desde hace años, pero sobre todo en el último lustro (en que esas organizaciones se hicieron cargo del tráfico de migrantes), el porcentaje de personas que en su afán de cruzar hacia Estados Unidos se arriesgan a un tránsito lleno de peligros desde el sur hasta el norte del país, que son secuestrados y obligados a realizar distintas tareas para los criminales, es muy alta.
Entre los hombres, muchos están obligados a ser halcones, otros son obligados a matar o torturar (¿recuerda usted el terrible video de los muchachos de Lagos de Moreno secuestrados y obligados a torturar y se supone que asesinar a sus propios compañeros de desgracia?), son filmados y de esa forma se los obliga a convertirse en sicarios; muchas mujeres y jovencitas al ser secuestradas son, en el mejor de los casos obligadas a realizar tareas “domesticas” para sus captores, desgraciadamente en muchos otros son abusadas, violadas y obligadas a prostituirse.